“La Villa” como la llaman los lugareños, te va enamorar a primera vista. Además, tiene todo lo necesario para vivir una experiencia turística en familia en cualquier momento del año, donde se siente la serenidad apacible que transcurre en un pueblo típico de Cordillera. Por eso es una de las perlitas turísticas de la Patagonia neuquina, privilegiada por su ubicación al pie de lagos, cumbres y bosques pertenecientes al Parque Nacional Nahuel Huapi.
Entre sus numerosos circuitos y atractivos naturales, podés visitar el bosque de Arrayanes, situado en la Península de Quetrihué. Este Parque Nacional resguarda ejemplares de hasta 600 años de edad de una especie de árbol color canela, único en su tipo en el mundo y que llega a los 25 metros de altura. Podés acceder en bicicleta y hacer el sendero interpretativo de 12 kilómetros (desde el Istmo) entre especies autóctonas; o bien navegar por el Nahuel Huapi en catamarán.
Otra postal imperdible es el puente sobre el río Correntoso. Es uno de los ríos más cortos del mundo, famoso por sus aguas cristalinas que recorren apenas 200 metros entre el lago del mismo nombre y el lago Nahuel Huapi, además de ser ideal para la pesca con mosca de truchas cuando abre la temporada.
El Cerro Bayo es otro punto destacado por las increíbles postales que ofrece como actividades para hacer en invierno o verano. Aquí se emplaza uno de los centros de esquí boutique más glamorosos del país que recibe celebridades de todo el mundo.
Destacados
Isla Victoria y Bosques de Arrayanes
Visitamos estos dos lugares emblemáticos separados por las aguas del Lago Nahuel Huapi.